Que de aventuras,
que de buenos y malos momentos, que de lágrimas
derramadas. ¡¡¡Menudo embarazo!!!!
En España dicen
que los niños vienen con un pan debajo del brazo (en Bolivia que vienen con una
marraqueta debajo del brazo) y, algo así debe ser, o mi flor en el culo… pero
encontré trabajo.
Desde hace tres
meses he estado trabajando en dos sitios a la vez, en horario de oficina
trabajando de RRHH y por las noches haciendo sushi (si… sushi….) con una amiga.
Ha sido duro, cansado, pero me sentía haciendo todo lo posible por salir
adelante. He pasado mucho estrés, riesgo de parto prematuro, muchas lágrimas y
mucha soledad, pero he salido adelante a pesar de todo y, aunque he estado a
punto de renunciar y volverme a España, he encontrado la manera de poder
quedarme.
Dicen que las
madres solteras son madres coraje, que el estar solas nos hace más fuertes, y
espero que sea verdad porque voy a necesitar mucha fuerza para esta nueva etapa
que viene.
Ahora, ¡¡¡por
fin!!!, tengo casa. Una casa muy mona, con sol, grande y muy vacía, pero con
ayuda de mucha gente y buenos amigos estoy consiguiendo llenarla de color y
calor de hogar. Me faltan las cosas para el bebé, los pañales, las toallas, la
cunita… Pero poco a poco todo está llegando.
No es típico
estar de 8 meses de embarazo durmiendo en un colchón en el suelo, sin
comodidades, sin sofá ni tantas y tantas cosas que creemos indispensables en
nuestro día a día. Pero abro la puerta de mi casa y me siento en casa. Me reía
mucho los primeros días al encontrarme mi cocina en el salón porque no entraba
por la puerta, me río ahora al ver mis cortinas a las que les falta un metro
porque anoté mal las medidas… es imperfecta pero es mi casa.
Y, ahora que
estoy aquí… ya sólo me queda esperar. En tres semanas llega mi madre y el bebé
en un mes y unos días más si hay suerte.
Aún veo la ropa
de bebe que me han prestado y me estreso… ¿tan pequeño es un niño?, ¿qué voy a
hacer con él?, ¿seré capaz de mantener mis ideales de educación o me veré
llevada por la vorágine de la maternidad sin control ni freno?
Todo el mundo
dice que la maternidad es un regalo, que una vez que llegan los niños es duro,
pero que merece la pena. Lo dicen madres que han deseado a sus hijos, que los
han buscado, que se los han encontrado de sorpresa, que no los tenían planificados.
Aún no he encontrado una sola que me diga que se arrepintió. Así que en poco tiempo
sabré que tomé la decisión correcta.
Muchas son las
dudas en la espera, muchos los miedos. No tengo las cosas preparadas, no tengo
la mente preparada, no tengo el corazón preparado pero espero que una vez que
tenga al pequeño en los brazos todas estas dudas terminen.