La
salida de Kasenda no fue fácil, muchas cosas pasaron los últimos días, pero lo
me más me marcó fue una larga conversación con Eddie, en la que me contó mil
cosas de su vida, sus dolores, sus sufrimientos. ¡¡Estuve llorando como una
niña pequeña!! Hasta ahora me había encontrado dolores y miserias de mucha
gente, niños, familias muy pobres… pero… de pronto, alguien a quien quiero,
alguien que se ha convertido en una parte imprescindible de mi vida me estaba
contando sus sufrimientos… ¡como duele eso!. Con eso me fui otra vez a Kampala…
y ¡¡¡a despedirme de Aurora!!! ¡¡¡Pues
si que vamos bien estos días!!!
De ahí
me tenía que ir a su escuela, pero me llamó Alex, un amigo que conocí que vive
cerca de Kasenda y me convenció para ir con él y unos amigos suyos a su
campsite en ishasha (www.attheriverishasha.com). Ishasha es la parte sur de
uno de los parques nacionales de Uganda y uno de los pocos sitios del mundo en
donde los leones se suben a los árboles.
Así que
una vez más cogí un Autobús y hacia el oeste, como el viaje era muy largo me
paré primero en Mbarara, una ciudad que está de camino donde estudia Sadic, y así
de paso le veía. Eso sí esto no es como viajar sola, me recogió en la parada de
autobús, me llevó al hostal que había reservado para mí, me llevó a cenar, me
dejó en la habitación… vamos… nada de ¡¡¡ala!!! ¡¡¡Y tu sola por ahí!!!
Al día
siguiente dirección Ishasha…eso si que fue una aventura… Sadic me metió en un
coche taxi, con un conductor que no hablaba inglés, sin saber exactamente donde
tenía que bajarme, con cinco personas en la parte de atrás y durante un rato
una señora sentada con el conductor… ¡¡¡pero qué es esto!!! ¡¡¡ Eso ni en
Bolivia!!! Y a todo esto el taxi se para en una ciudad y dice que no sigue… que
cómo se que dice eso… porque me dice algo que no entiendo, llamo a Sadic, habla
con el conductor, me traduce, habla con el conductor para que me consiga otro
taxi, habla con el otro taxi, arregla un precio, me lo dice… y me encuentro en
otro taxi sin tener ni idea de a dónde va ni nada… ¡¡¡menos mal que tengo una
estrella!!!
Al
final consigo encontrarme con Alex en un pueblo con 10 casas en el camino entre
su casa y el lodge… ¡¡que aventura!!, pero no acaba aquí, nos metemos en una
carretera de esas de tierra interminables y después de una hora nos encontramos
dos camiones atascados, uno atascado y otro intentando adelantarle atascado…
¡¡¡y ahora que!!! Pues se bajan los hombres a intentar hacer algo, empieza a
llover como si se cayese el cielo… y… tras una hora viendo que nada podían
hacer… ¡¡¡pues a adelantar a los camiones por el medio del monte, en pleno
parque nacional !!! No nos quedamos atascados de milagro…eso si… conseguimos
llegar al camping.
¡¡¡Que
sitio más bonito!!! ¡¡¡qué bien me han tratado!!! Por la noche, fuego de
campamento, cervecita y largas charlas… ¡un lujo! Y por la mañana, sin
rechistar y a las órdenes de Alex, a bañarme en el río, en el cual parece ser
que hay cocodrilos e hipopótamos, pero decía Alex… ha llovido mucho y la
corriente del rio va muy rápido, así que a los cocodrilos les gustan las aguas
tranquilas, y si viene un hipopótamo le oímos…¡¡¡ jajajaj!!! ¿¿¿Estás seguro???
Por la
tarde safari…. Vaya… una tontería… animalillos sueltos, sabana, leones una puesta
de sol espectacular…. ¡Vamos! ¡Que estoy sufriendo mucho! Y al día siguiente… ¡safari!
¡Mañana y tarde! Leones en los arboles, leones rodeando el coche, bebes leones
jugando…. Una pena de semana… ¡No se la recomiendo a nadie!
A la
vuelta unos amigos de Alex me dejaron en Mbarara y me quedé ahí otra noche, y
por la mañana a Kampala otra vez… pero no a Kampala directamente no… Primero
cuatro horas en la estación de autobús dentro del autobús esperando que saliese
y luego seis horas hasta Kampala…¡¡¡¡ todo esto sin mover el culo del
asiento!!!!! Además…. Para que veáis cuando digo que me cuidan mucho… cerca de
la estación de autobuses pasaba algo, no me preguntéis que porque no tengo ni
idea, pero empezaron a disparar gas lacrimógeno cerca de mi autobús. Todo el
mundo dentro cerrando ventanas, la gente corriendo por la estación llorando y
con los ojos rojos… pero vamos, yo estaba en un autobús, ¡no me podía pasar
nada! Le mandé un sms a Sadic contando lo del gas lacrimógeno y en menos de 5
minutos se presenta a la carrera en el autobús a sacarme de ahí pensando que
estaba en peligro… pobre… ¡¡¡que susto se pego!!! Si hago eso en España lo más
que me puede pasar es que alguno me responda diciendo que tenga cuidado, pero
hombres al rescate… ¡¡cuantos!!
Y ahora
Kampala otra vez y mañana a la escuela de Aurora.
Emma , que maravilla !!! El proximo voluntariado lo terminamos en Ishasha, todos acampando ! Ya me contaras más detalles cuando te vea dentro de 2 semanas. Bs
ResponderEliminarhola Emma, me llamo cristina carazo, felicidades por tu lindo trabajo. He sabido de ti por Isidoro, el chico que vendió la finca de la vera a tu primo..te cuento brevemente: hace 3 años y medio que dejé españa, lo mismo que vos, he trabajado en eso de la joyería, pero en mexico comencé a enseñar a leer y escribir en comunidades chiquitas y continué camino por nicaragua donde vivo actualmente, estoy alfabetizando, gratuitamente, a todos los niños que puedo en un pequeño poblado..pero lo hago completamente sola, no tengo apoyo de ninguna organización...por eso me encantaría contactar contigo para saber más acerca del proyecto que teneis en Africa..si necesitais voluntarios...¿el idioma????
ResponderEliminarMe siento totalmente identificada con todo lo que cuentas, a mi me ocurrió lo mismo, en otro continente, pero la experiencia es la misma y te marca para siempre...
Mucha suerte en tu camino y espero que nos podamos ver algún dia..
mi correo es : aladinoccc@yahoo.es