viernes, 15 de marzo de 2013

La espera

Llevo mucho tiempo sin contar nada, he estado y estoy sumida en mis propios pensamientos. Ya os conté que mi vuelta a Uganda no estaba siendo fácil, y sigue sin serlo. Estos meses están siendo un aprendizaje en la espera. Esta es una palabra que no nos gusta a los occidentales, desde pequeños nos enseñan a buscarla inmediatez de las cosas, el placer rápido, las prisas.

Estos meses están siendo unos meses de espera, de espera incierta y constante, de no saber nunca cual será el próximo paso a dar, el próximo momento a vivir.

Cuando vine a Uganda parecía que todo iría sobre ruedas, trabajar en el campsite, desarrollar el proyecto de profesores…y cuál fue mi sorpresa cuando todo lo queparecía seguro dejo de serlo.

Al principio me vine al campsite pero Alex se iba en dos semanas a Sudáfrica de vacaciones… Me vine a ver qué tal y resultó que el mánager no me dejo hacernada de nada porque tenía miedo de que le quitase su trabajo o descubriese todo lo que estaba robando, así que no me quedó otra que esperar. Sin luz, con dos horas de ordenador como máximo al día y mucho tiempo libre. Esperar.

De ahíme volví a Kampala a esperar a Alex. Hablé con él y parecía todo claro, todo sin problemas. Estaba previsto que saliéramos de Kampala inmediatamente hacia Isasha para organizarnos y hacer cosas. Pero me toco “esperar”, Alex no sesentía con ganas un día, otro estaba de fiesta, y así varios días.

Por fin nos vinimos a Ishasha pasando por su casa de Fort Portal. Un rato estupendo en compañía de su mujer y su hijo y… a Ishasha.

Según llegamos ocurrió aquella historia que os conté de Alex, su mujer, su hijo prematuro y el hospital. Me dejaron en la cabaña de madera en medio del bosque, sin coche, sin saber cuántos días, sin saber nada… esperando. A los días vino Alex y le ayudé a hacer la mudanza (¿¿¿que tendré yo y las mudanzas???) Y de ahí… me voy a Ishasha? Me voy a Kampala? La decisión no fue hasta el último minuto… esperando. El día que nos volvíamos a Kampala, después de una hora y media de viaje Alex paró en casa de un amigo y… decidió que estaba muy cansadopara seguir…esperando.

 
En Kampala estuve unos días, no sabía cuántos serían… esperando a que arreglaran el coche…esperando. Y de ahí a Ishasha.

Con elproyecto de proferos estuve esperando a terminar el proyecto, luego a traducirlo, luego a ver a Eva y Chelo, luego a hablar, luego a decidir… y ahí estoy…. Esperando.

La espera es una sensación que desequilibra, asusta, frustra y desespera. Cada día tengo menos claro nada, cada día menos seguro nada, cada día es una espera.

Y en la espera os dejo, viendo cuánto tiempo durará y como sobreviviré a ella.