sábado, 8 de diciembre de 2012

A una semana


A una semana de mi vuelta a España me planteo un pequeño balance… ¿Ha merecido la pena? ¿Qué he aprendido? ¿Qué he cambiado? ¿Cómo me planteo la siguiente etapa?

Las ideas, sensaciones y sentimientos se agolpan en mi al preguntarme todas estas cosas, aún recuerdo los primeros días en los que pensé… me he equivocado… esto no es lo mío, aún recuerdo esa sensación de miedo en mi cuerpo al caminar por las calles de este país.

Me veo ahora y pienso, ¿realmente me equivoque? Y la respuesta es sí, me equivoque en el momento en el que pensaba que estaba equivocada, que experiencia tan rica, que experiencia tan intensa, que experiencia tan completa. No puedo pensar una alternativa mejor que la de venirme a Uganda, no puedo plantearme mi vida ahora sin estar en este país, sin ver sus colores, sin hablar con su gente, sin mis proyectos y mis futuros.

Me queda una semana de ilusión y espera, ilusión por la llegada, ilusión por los abrazos que tengo para dar, por las historias que vamos a compartir, por volver con toda mi gente, pero me queda una semana de despedida de una experiencia que no sólo ha cambiado mi vida, ha cambiado el destino de mis próximos pasos.

He aprendido mucho, he cambiado mucho, he conocido a mucha gente que me está ayudando a ser quien soy. He roto muchas barreras en mi corazón, he perdido muchas púas y corazas, estoy aprendiendo a no juzgar y a amar incluso aquello que siempre he rechazado.

Digo hasta pronto Uganda, me voy para recargar fuerzas y para volver con un proyecto que me emociona y entusiasma. Me voy para pensar, organizar y planificar mi vuelta con grandes perspectivas.

Me voy pero vuelvo.