jueves, 7 de agosto de 2014

Y la espera está a punto de terminar.

Que de aventuras, que de buenos  y malos momentos, que de lágrimas derramadas. ¡¡¡Menudo embarazo!!!!

En España dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo (en Bolivia que vienen con una marraqueta debajo del brazo) y, algo así debe ser, o mi flor en el culo… pero encontré trabajo.

Desde hace tres meses he estado trabajando en dos sitios a la vez, en horario de oficina trabajando de RRHH y por las noches haciendo sushi (si… sushi….) con una amiga. Ha sido duro, cansado, pero me sentía haciendo todo lo posible por salir adelante. He pasado mucho estrés, riesgo de parto prematuro, muchas lágrimas y mucha soledad, pero he salido adelante a pesar de todo y, aunque he estado a punto de renunciar y volverme a España, he encontrado la manera de poder quedarme.

Dicen que las madres solteras son madres coraje, que el estar solas nos hace más fuertes, y espero que sea verdad porque voy a necesitar mucha fuerza para esta nueva etapa que viene.

Ahora, ¡¡¡por fin!!!, tengo casa. Una casa muy mona, con sol, grande y muy vacía, pero con ayuda de mucha gente y buenos amigos estoy consiguiendo llenarla de color y calor de hogar. Me faltan las cosas para el bebé, los pañales, las toallas, la cunita… Pero poco a poco todo está llegando.

No es típico estar de 8 meses de embarazo durmiendo en un colchón en el suelo, sin comodidades, sin sofá ni tantas y tantas cosas que creemos indispensables en nuestro día a día. Pero abro la puerta de mi casa y me siento en casa. Me reía mucho los primeros días al encontrarme mi cocina en el salón porque no entraba por la puerta, me río ahora al ver mis cortinas a las que les falta un metro porque anoté mal las medidas… es imperfecta pero es mi casa.

Y, ahora que estoy aquí… ya sólo me queda esperar. En tres semanas llega mi madre y el bebé en un mes y unos días más si hay suerte.

Aún veo la ropa de bebe que me han prestado y me estreso… ¿tan pequeño es un niño?, ¿qué voy a hacer con él?, ¿seré capaz de mantener mis ideales de educación o me veré llevada por la vorágine de la maternidad sin control ni freno?

Todo el mundo dice que la maternidad es un regalo, que una vez que llegan los niños es duro, pero que merece la pena. Lo dicen madres que han deseado a sus hijos, que los han buscado, que se los han encontrado de sorpresa, que no los tenían planificados. Aún no he encontrado una sola que me diga que se arrepintió. Así que en poco tiempo sabré que tomé la decisión correcta.

Muchas son las dudas en la espera, muchos los miedos. No tengo las cosas preparadas, no tengo la mente preparada, no tengo el corazón preparado pero espero que una vez que tenga al pequeño en los brazos todas estas dudas terminen.