lunes, 19 de septiembre de 2016

Nuevo integrante en la familia


Y por nuevo integrante no me refiero a otro hijo, no.


Desde hace poco más de un mes se ha unido a la familia Cora, un coche que nos está abriendo un mundo de posibilidades en Bolivia a Gael y a mi.


Como bien sabéis muchos, hace unos meses tuve un momento de toma de decisiones en esta aventura fuera de Madrid en el que decidí quedarme un tiempo más en Bolivia. Un tiempo más.... esta frase es determinante en el proceso de mi aventura en La Paz. Este tiempo más que aún no se que significa, no se cuanto dura ni por donde saldrá.


Cuando decidí quedarme supe que ya no podía hacerlo sin un coche que me permitiese salir de la ciudad, explorar y oxigenarme. Esta ciudad es difícil, seca y caótica. Salir al campo me permite oxigenarme y comenzar con más ganas la semana.


Llevamos sólo dos meses con el coche, y en este tiempo hemos recorrido muchos de los caminos de salida de la ciudad. Yungas, el Illimani, el valle del Zongo o Hampaturi entre otras cosas.


Cada paisaje que recorremos nos enseña la magnificencia de las montañas, la dureza/belleza del altiplano, el relax de la selva. Cada viaje va dejando en nuestras almas una huella de esta Bolivia que nos acoge y atrapa.


sábado, 19 de marzo de 2016

Dias DE….


Hoy es el día del padre. Si entras en las redes encontrarás todo tipo de alabanzas a los mejores padres del mundo.  Hoy es un día de honor y orgullo. Pero, ¿Qué se celebra realmente? Se celebra la tradición cristiana de honrar al padre de familia y su influencia en la vida de sus hijos.

Ya sé que por mi situación familiar puede parecer que este día me parece absurdo, y sí, me parece absurdo. Pero no me parece absurdo hoy ni por mi situación familiar, también me parecen absurdos el día de la madre, el día del abuelo, el día del hermano, el día de la amistad, el día del amor y tantos y tantos días de…. de los que estamos rodeados.


No quiero decir que no valore y quiera a mi padre o que considere que los padres no merecen ser apreciados. Creo que cada día deberíamos plantearnos hacer más felices a aquellas personas que queremos, independientemente de que sea el día obligado para ello o no.

Muchos padres que hoy son celebrados no han tenido tanta influencia positiva como para ser celebrados, algunos merecen que se les diga el dolor que han causado y otros merecen que se les diga y se valore su apoyo y cariño no solo hoy, mañana, pasado y al otro también.

Cada vez nos rodeamos de más etiquetas y convencionalismos en vez de salir de ellos y romperlos. Cada vez nos enredamos más en demostrar de manera forzada los sentimientos que no sabemos demostrar diariamente.

Deberíamos aprender a agradecer siempre, porque si, porque te hace feliz, en vez de elegir días señalados para ello.

No quiero celebrar el día del padre así como no quiero celebrar el día de la madre ni tantos días de…..


Espero enseñar a mi hijo la importancia de valorar a los que tienes cerca (padres, familia, amigos, …) no el día que alguien escogió porque toca sino el día que te salga del corazón decir “te quiero”. 




Feliz dia a todos

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Navidad

Navidad, esta palabra vacía de ilusiones, vacía de sentido, vacía de sentimientos.

Navidad: compras, regalos, luces, adornos, cenas, encuentros.



Navidad: ¿Dónde estás? ¿Dónde te perdiste? ¿Qué te ha pasado que no te encuentro?

Y llegaron las fiestas, y cada vez significan menos. Recuerdo cuando sembrábamos estos días de misterio. El adviento con sus canciones, sus velas, el Belén, los pastores, el violín, el noche de paz o el buen ramadán que no encontraban las teclas del piano, las risas, los paseos en la noche, el fuego.



Y después llegaban los deseos del nuevo año, la revisión del año que quedaba atrás, las lágrimas, las risas, las llamadas, los langostinos, el brindis, los besos. 

Y miro a Gael y no me veo capaz de crear todo esto. La Navidad ya no está, no la encuentro. 



Buscaré con cuidado en mis recuerdo para ver si aparece escondida en algún rincón, quiero poder pensar que algún día mirará al pasado y sonreirá por la magia que vivió de pequeño. 

jueves, 26 de noviembre de 2015

Pequeñas cosas

Siempre nos fijamos en las cosas grandes de la vida, las que nos hacen felices o infelices: dinero, amor, viajes, fechas importantes, etc. 

Ahora se acerca una de esas fechas que a todos nos mueve de alguna manera: navidades. Con ella también llegan las compras, las comidas, las reuniones, las llamadas, las cenas en familia, los regalos.... Una avalancha de sensaciones, sentimientos y emociones. Y el deseo para el otro siempre es que pasen estas fechas lo mejor posible (y que pasen pronto).

Y así, entre grandes acontecimientos, pasamos los años. 



En esta sociedad de consumo rápido cada día préstamos menos atención a los pequeños detalles. Esa mujer que te sonrío en la calle, esa empanada de queso que estaba caliente cuando la compraste, ese agua caliente que cae sobre la cara cuando te aclaras el pelo. 

En estos últimos meses he tenido grades acontecimientos: el primer cumpleaños de mi hijo, la visita de mi madre, y la gran decisión.... Todas estas cosas se grabarán en el recuerdo de mi vida. Cuando eche la vista atrás recordaré esos momentos como los puntos claves de este año. 



Y sin embargo son las pequeñas cosas las que llenan mi día a dia nutriéndolo, enriqueciéndolo y dandole color a felicidad.

Como pequeños momentos no quiero olvidarme de las bromas con mi madre mientras Delia ríe desde la cocina; la forma en la que Gael arruga la nariz para llamar la atención de cualquier persona que camine por la calle; los abrazos de Jesus al despedirnos para ir al trabajo cuando viene a comer a casa; los interminables cafés el fin de semana con los Toro que pueden durar hasta la cena; las llamadas de skype con mi hermana mientras Gael juega al escondite con ella, la silla y la pantalla; despertar por la mañana con un mensaje de alguien de España que dice que me echa de menos...

Son estas pequeñas cosas las que han hecho de este año un año especial. Y ahora que se acercan las navidades siento este mar que nos separa. Pero cuento con todas las pequeñas cosas para no echar de menos más de lo necesario. 



sábado, 29 de agosto de 2015

Vuelta a las alturas y lo que se queda abajo

Y por vuelta a las alturas no estoy haciedo una metáfora. Hablo de la vuelta a las alturas de las montañas, de las malas digestiones, de los cielos de ensuño, de la falta de oxigeno, de las noches frías y el sol cercano. Hablo de La Paz, mi casa y mi trabajo.

 


No es fácil dejar atrás todo lo que quieres, todo lo que te hace ser tu. Pero una vez que emigras el mundo se te parte en dos, el que dejas y el que tienes, el que eres y en el que vives, el que ha hecho que seas quien eres y el que hace que seas quien serás. Ambos son parte de ti, ambos te forman, ambos son tu casa.

Atrás se han quedado las noches de hablar hasta secar las gargantas, los reencuentros, los abrazos, las lágrimas por tanto tiempo de distancia. Atrás se han quedado tantas y tantas miles de palabras, los "vuelvete" y los "no te vayas". Atás se quedó la playa, las pozas, el campo, las cañas, los pinchos de tortilla, los desayunos, las calles sin recorrer, las minifaldas.



Volver... ¿de dónde y a dónde?... Aún no se cuando he vuelto ni a donde he vuelto... ¿volví al ir a España o he vuelto ahora a Bolivia?


Los primero día deambulaba por la casa añorando el cariño, la compaía constante, las millones de conversaciones que nos quedaron por tener, todas esas cosas que no nos hemos dicho en dos años y que tendrán que esperar un años más en el cajón de la amistad. Añoraba las calles, el calor, los colores, el aire, los arboles, las pozas, (los tintos de verano).... Cada paso que he dado es ésta árida ciudad me costaba, no sólo por la falta de oxígeno sino por la fata de todas esas cosas.

Pero pasaron los días y me reencontré con mi hogar, mi familia boliviana, los amigos de aquí, los mensajes de ahi, el trabajo... Y los días van pasando y me cuesta cada vez menos la distancia.

Pero se queda ese amargo dolor en el alma de tener partido el mundo con una distancia tan larga.




miércoles, 27 de mayo de 2015

Back home

Y ya cuento las horas para volver...

En unos días volveré a casa, a mis amigos, a mi familia, a mis calles, nuestras cañas, conversaciones de café y el calor del verano. Que momento tan necesario y cuanto ha tardado en llegar...


Pero no soy la que se fue hace ya unos años. No queda mucho de esa Emma ávida de aventuras que dejo Madrid para irse a Uganda, ni la que volvió pero para coger impulso y venir a Bolivia. La Emma que dejo un día España pensaba continuar viaje, no parar, no echar raíces, no contruir mas que un mundo más grande. 

Y ahora vuelvo, tras la aventura más grande de mi vida en la cual vivo feliz aunque aún intentando entender. La maternidad me pillo de sorpresa lejos de casa y ahora vuelvo para presentar a mi hijo a todos los que un día me despidieron esperando verme volver.


Me emociona tanto esta vuelta que yo, la incapacitada de hacer planes, tengo una maleta en mi salón desde hace dos semanas como símbolo de mi reencuentro con todos vosotros... Eso sí, vacía, ya que no tengo nada que meter dentro...

Volvemos a casa aunque sea de visita, pero volvemos a casa.


Que ganas!!!

miércoles, 22 de abril de 2015

Back to earth

Y pasó el torbellino, el torrente de emociones, sensaciones, conflictos, aprendizajes... Todo eso de lo que se compone la recién estrenada maternidad. Paso la primera parte, porque el viaje continúa, se complica, pero ya no bajo los efectos del shock sino con la tranquilidad de asumir el nuevo estatus personal y el cambio de las reglas del juego.

Ahora es el momento de parar, recuperar contacto conmigo misma y mirar a través de mis ojos...


 Aparte de mi hijo, ¿qué hago en mi vida que me llena?, ¿dónde me veo en unos años?, ¿estoy donde quiero estar? 


Estaba acostumbrada a pensar en el instante mismo las cosas, en no planificar ni a una semana vista, en dejarme llevar por la vida y ahora... miro a Gael y veo que eso ya no lo puedo hacer...¡¡¡En qué de cosas te hace pensar la maternidad!!! Ahora hay que considerar no sólo mis deseos sino sus necesidades… wow!

Miro mi vida actual y veo que estoy cómoda… una palabra con la que no estoy acostumbrada a vivir. Tengo un buen trabajo, tranquilidad económica, una casa preciosa, un hijo que es un bombón (literalmente) y nada me preocupa… y eso me aburre y asusta… ¿será que soy una inconformista y quiero riesgo y aventura constante?


Bolivia me trata bien, me ha ayudado a pasar por esta aventura de la maternidad en solitario de la mejor manera posible, pero… ¿y ahora qué? ¿Por cuánto tiempo? Yo me conozco…. Y me doy miedo…

De momento estudiar, disfrutar de este nuevo estado pero sin perder de vista que es temporal, que terminará, que cambiaré, que algo se tiene que mover… Eso sí, ya no de manera impulsiva como solía hacer las cosas sino planificando los cambios.

¿Será que la maternidad me dejará continuar? ¿O me perderé en ella?


Últimamente todo son preguntas sin respuesta.