Este fin de semana he cambiado las historias de terror sobre comidas, escasez de agua, letrinas comunes.... A un fin de semana en el paraíso.
El viernes llegue a Kampala a eso de las 3.30, y por primera vez en un mes me senté en una terraza YO SOLA a tomar un café.... Oh dios!!!!!!! Que sensación mas placentera!!! Después de eso y un paseo por la ciudad me fui a casa de Howard...
Nada mas llegar me metí en la ducha... Una ducha!!! Con agua caliente y todo!!! Pensé que nunca disfrutaría tanto el agua... Y después de eso nos fuimos a cenar por ahí, ni matoque, ni judías... Casi lloro.
En este fin de semana he conocido mucha gente, gente que lleva mucho tiempo viviendo fuera de Europa, con miles de experiencias increíbles, hemos hablado de todo y mas, he descansado, me he reído, me he sentido acogida, cuidada, he compartido mi experiencia de estos días con gente que ha pasado por cosas parecidas.
He estado en una piscina!!! He comido en restaurantes increíbles, ha sido una bocanada de aire fresco después de tantos días difíciles. Ahora me siento con fuerzas de volver al matoque.
Pero sobre todo, gracias a Howard por un increíble fin de semana.
¡Bendito sea Howard!
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