Vacaciones con el grupo

Y terminó el proyecto y nos fuimos de vacaciones. Ya os conté como viajamos estos días, en un coche de 8 plazas 11, bueno, pues a ese coche se le pincharon las ruedas como 5 veces, y esta vez no exagero…. (ya se que alguno lo dudará, pero no exagero….) Además, rompimos el eje de las ruedas traseras, con lo que nos tuvieron que venir a cambiar el coche… y a que no sabéis lo que nos trajeron… un coche para 5 personas!!!! Muy bonito no??? Pues gracias a eso más de la mitad nos tuvimos que volver a Kampala en autobús, un autobús en el que estuvimos mil millones de horas…. Toda otra aventura.

De ahí nos volvimos a embutir todos en un coche de 8 plazas otros 11 con macutos y…. 7 horas de viaje!!! No sentíamos las piernas, ni nada después de eso!!!! Que paliza!!! Que incómodo!!! Esta vez me he hecho experta en tetris, no de maletas sino de personas… para moverse uno tenía que avisar a toda la fila para moverse al unísono, porque, en un asiento para 3 íbamos 5…todo un record.

Aun así mereció la pena, volví a Murchinson Falls, un parque natural lleno de elefantes, jirafas, gacelas o mil bichos parecidos a esos… Según veía esos paisajes me he sentido la mujer más afortunada del mundo… Si me llegan a decir que yo estaría en un safari una vez más…. No me lo hubiera creido!!!

Esta vez dormimos en el parque, en un lodge dentro del parque. Por la noche, estaba hablando con Nines y como no se hablar bajito por teléfono me fui hacia la zona del restaurante para no molestar a todos los que a esas horas ya estaban durmiendo… y según me volvía hacia mi dormitorio…. Bum!!! Me encuentro de frente un hipopótamo comiendo yerba!!!!! Menuda experiencia!!! Eso sí, uno del lodge se acercó corriendo para decirme lo peligroso que era estar tan cerca de un hipopótamo!!!! Y yo qué culpa tengo!!! Si estaba él en el medio!!!

Al día siguiente safari y leones… hay!!! Pero qué suerte tengo!!!!!

A la vuelta…. Otra vez todos hacinados en un coche enano!!!! Pero llegamos sanos y salvos.

Estos días hemos estado moviéndonos por Kampala, disfrutando de los atascos y el tráfico de infierno, lluvias torrenciales y largas horas de cansancio y despedidas.

Voy a echar mucho de menos la compañía, pero por otro lado ahora vuelve a empezar la aventura real, estar en un grupo de tanta gente hace que te sientas menos integrado en la cultura real de áfrica. Ahora se me presentan tres meses de interiorización y esponja… a ver si consigo exprimir al máximo el tiempo y las experiencias y así me llevo lo mejor que me encuentre en este país conmigo.